Tejedora del propósito

Sobre mí

Mónica García Hidalgo está sentada en una roca frente a un arbusto con flores rosas.

Soy Mónica García Hidalgo, y sí, soy coach…

Pero antes de eso, fui muchas cosas: una mujer que se sentía perdida, una persona sensible en un mundo que no siempre comprende lo profundo, una buscadora incansable de sentido.


Durante años viví con la sensación de no encajar del todo. Pasé por momentos difíciles —acoso laboral, la pérdida de un ser querido, la enfermedad de personas que amaba profundamente— y fue ahí, en medio del dolor, donde comencé a escucharme de verdad. Me refugié en los libros de desarrollo personal y en el crochet, mis dos salvavidas en los días más oscuros.



Y un día entendí que no se trataba de "superar" mi sensibilidad, sino de reconocerla como un don. Que no había que adaptarse a lo que no vibra con uno, sino encontrar lo que sí.

El propósito como punto de partida

En 2015, en un curso de coaching, encontré mi propósito. Y desde entonces no he dejado de acompañar a otras personas —especialmente a personas altamente sensibles— a encontrar el suyo.



Además, soy formadora en habilidades blandas (Soft Skills) y mentora en programas de liderazgo y desarrollo profesional en empresas y organizaciones, donde acompaño a equipos y profesionales a crecer desde la consciencia, la empatía y la autenticidad.


Porque cuando descubres quién eres y cuál es tu lugar en el mundo, todo se ordena con una nueva luz. Tu sensibilidad deja de ser un problema, y empieza a ser la brújula que guía tu camino.


Hoy, después de casi una década de acompañamiento, sigo formándome y aprendiendo. Pero hay algo que no ha cambiado: mi compromiso profundo con cada persona que decide iniciar este viaje conmigo.

Descubre la mentoría →
Mónica García Hidalgo está sentada en un taburete sosteniendo una taza de café.

"No te has perdido, solo estás en el proceso de tejer una nueva dirección".